El Miércoles de Ceniza da comienzo a la Cuaresma, 40 días en los que Jesús estuvo en el desierto. Nosotros queremos dedicar ese tiempo a la oración, ayuno y limosna para vivir intensamente la transformación de nuestro corazón; y prepararnos así a la Pascua. Por eso, como Jesús hizo, debemos «morir» a ciertos caprichos y comodidades para poder dar fruto: El Amor, que se muestra en obras como el perdón, la escucha, la paciencia, reflexión, paz…